Capitulo 14
Cuando pasó un poco la euforia, Conor, se dio cuenta de lo que había hecho, así que me bajo enseguida y tomó distancia, como antes estaba haciendo, solo que adicional, su sonrisa se borró y sin darme más la cara, volvió detrás del telón.
Yo lo seguí, más por compromiso, que por saber que le pasaba, pero allí estaba de nuevo, en la misma habitación que él, con un silencio infernal.
—Jesse, quiere que, nos quedemos un poco más, dice que nos avisara cuando tengamos que irnos, así que… tendremos que esperar. —me dijo mientras se quitaba las zapatillas de baile.
—Lo sé… —respondí notando que estaba algo raro. —¿todo bien? —me atreví a preguntar.
—Si solo… —dejó de hablar unos segundos. —nada que te importe.
—Oye… si pasa algo, puedes igual… —me corto antes de terminar la frase.
—Ya te dije, que no es nada April. —subió un poco el tono de voz de manera agresiva.
—Cálmate ¿quieres? —lo mire por el reflejo del espejo. —no sé qué tengas y tienes razón, puede que no me importe, pero soy humana y a veces, solo a veces, es bueno saber si alguien más necesita ayuda.
—Si claro. —exaspero con fuerza.
—Intentar hablar contigo, es un desastre. —dije más para mí que para él.
—¿Y cómo planeas que reaccione? Llevas todo este tiempo ignorándome por días enteros y ahora, me preguntas como si nada si estoy bien. —subió la mirada al espejo.
Yo no respondí a eso, en parte tenia algo de razón, yo lo había estado tratando de evitarlo en los últimos días, sin embargo, tampoco podía dejar pasar su actitud.
Ignore el hecho de que su mirada seguía algo agresiva, en cambio observe lo que tenia sobre el escritorio cerca de el. Se trataba de una foto, en ella, habían dos niños pequeños, la niña era de cabellos dorados y el niño, tenia mucho parecido a el.
—Es mi hermana. —susurro lo suficientemente alto como para que yo pudiera escucharlo.
—Al menos allí si sonríes. —mencione mientras me acercaba un poco mas para poder ver bien aquella foto.
No sabia que Conor, tenia una hermana, a decir verdad, no sabia muchas cosas de el aun, por lo que me parecía curioso que esta vez, se atreviera a decirme algo distinto, algo que no tenia que ver con el baile, o con lo mucho que no le llego a agradar.
—Siempre fue mi mejor amiga. —volvió a hablar, esta vez, mirando la foto con una sonrisa nostálgica.
—¿En donde esta ella? —pregunte al tiempo que detallaba la imagen de ambos niños. Conor, solo sonrió de nuevo, me extendió aquella foto y sentí por primera vez, que estábamos teniendo una charla normal.
—Ella, se fue cuando cumplió veinte años. Estudio medicina, y ahora, vive en Inglaterra. —asintió y por el tono de voz que uso, supe que la extrañaba.
—No la ves hace mucho, ¿verdad?
—No. Pero se que esta bien, así que, eso me hace sentir mejor.
Le di una mirada, yo jamás había tenido hermanos, ni siquiera habían niños o niñas de mi edad donde vivía cando era pequeña, así que solo podía imaginar una infancia con compañía de alguien mas que me entendiera mejor a esa edad.
—Debio ser algo lindo, tener con quien jugar cuando eras niño. —le regrese la foto y me solte la coleta que peinaba mi cabello.
—Si, de hecho es bastante divertido y... es algo que atesoras siempre. —suspiro levemente y se levanto de su lugar para guardar aquella foto en su bolso.
No respondí aquello, esa pequeña charla al menos lo había hecho cambiar de actitud, por lo que, no quise seguir indagando o preguntando al respecto.
—A veces creo... que esto se nos salió de las manos y me confunde. —una vez mas, me sorprendió escucharlo, el era quien rompía el silencio ahora.
—Quizás un poco. —arrugue la nariz y sonreí apretando mis labios, era cierto, ya estábamos aquí y a pesar de que no parecíamos aguantarnos mucho, logramos avanzar, por lo que hasta yo, me confundía con el.
—Empiezo a creer, que tal vez no te detesto tanto ahora. —soltó una pequeña risa y dejo su bolso a un lado para luego solo mirarme.
—Bueno, no podemos dejar la academia en ridículo, así que... supongo es lo que nos mantiene a raya.
camino un par de pasos hasta mi, me observo con tanta atención que logre sentir nervios.
Su mano, llego hasta mi rostro, donde sentí sus dedos rozar por mi mejilla mientras arreglaba un mechón de mi cabello recién suelto. Mis sentidos se dispararon, se supone que estas sensaciones eran las que yo quería evitar, no quería que siguiera o entonces mis piernas fallarían, y aunque trate de moverme, no lo logre, mi cuerpo se negaba completamente a mover un musculo para alejarse.
Lo mire con profundidad, casi sin parpadear, note como sus ojos miraban todo mi rostro y su mano no se bajaba de mi mejilla. En segundos, sentí su respiración cerca de la mía y sus labios cada vez cortaban la distancia hasta que finalmente, los sentí, aquellos labios que estaban lejos antes, ahora se habían unido con los míos y mi corazón estaba como loco, lleno de nervios y de mil sensaciones que no podía explicar, y que solo me mantenían en ese beso que claramente, me daba miedo.